A lo largo de los dos últimos años, lo más probable es que su flujo de trabajo haya cambiado drásticamente: las ambiciones de su empresa
han sido bastante más conservadores, sus equipos de finanzas y tesorería han estado dispersos geográficamente,
y su comprensión del panorama financiero se ha enturbiado y confundido.

Afortunadamente, es probable que 2022 se asemeje a una especie de vuelta a la normalidad.

A medida que el mundo de los negocios se abre de nuevo - al menos hasta cierto punto - los líderes financieros se esfuerzan por averiguar
el futuro de sus operaciones bancarias corporativas. No sólo esto, sino que, independientemente de las circunstancias externas, hay
una serie de cambios clave en la industria que ya han llegado o están en el horizonte.