A medida que la tecnología que automatiza nuestros procesos de pago se desarrolla, también lo hacen las habilidades y las herramientas de quienes desean defraudarnos.

Según la empresa de contabilidad BDO, los fraudes registrados en 2017 alcanzaron la cifra más alta de los últimos 15 años: 2.110 millones de libras esterlinas. De esta cifra, la mayor parte -474 millones de libras- podría atribuirse a las acciones de los empleados. La magnitud de estas cifras plantea la cuestión de si las empresas están haciendo lo suficiente para informarse de los riesgos de fraude y tomar las medidas necesarias.

Para tratar de entender mejor dónde y cómo las empresas están mitigando el fraude y discutir los riesgos más pertinentes, AccessPay celebró una mesa redonda con una mezcla ecléctica de profesionales y expertos de la industria. El debate se centró en la necesidad de que las empresas sean más abiertas con sus experiencias de fraude en los pagos para permitir a los innovadores tecnológicos desarrollar una verdadera capacidad de IA automatizada que reduzca drásticamente la amenaza
para la comunidad empresarial del Reino Unido.

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